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06/04/22

8 de abril, día internacional del pueblo gitano

El 8 de abril de 1971 es una fecha histórica para los gitanos y gitanas de todo el mundo. Ese día, hoy hace 51 años, se reunieron en la residencia escolar Cannock House de Orpington (sur de Londres) delegaciones de 25 países para participar en el primer congreso internacional Romani.

Para los y las gitanas en particular y la sociedad en general esta efeméride es importante por diversas razones:

La primera por el número de delegaciones que pudieron viajar desde diversas partes de Europa a la conferencia. El primer congreso internacional Romaní se convirtió en una de las mayores concentraciones de activistas gitanos y gitanas que ha habido hasta la fecha. Es cierto que había habido otras concentraciones, como la primera Peregrinación Internacional de los gitanos a Pomezia (Italia) celebrada el 26 de septiembre de 1965. Pero está fue diseñada, gestionada e implementada desde la laicidad y desde la etnicidad, algo nunca visto hasta ese momento.

La segunda por la procedencia de las delegaciones, recordemos que en 1971 nos encontrábamos en una Europa bipolar, con el telón de acero como referencia geográfica y la guerra fría como elemento principal de la geopolítica internacional.  Con este escenario, en Londres se dieron cita delegaciones de países como la desaparecida Checoslovaquia, Rumania, Hungría, Polonia y otros que se encontraban “al otro lado del telón de acero” y donde las posibilidades de viajar a occidente eran muy pocas y muy controladas.

La tercera por la calidad de las personas participantes, sobre todo de los y las gitanas procedentes del “otro lado del muro”, activistas como Ionel Rotaru, Vanko Rouda fueron clave en la celebración del congreso y en la creación de las comisiones de trabajo propuestas.

La cuarta por los resultados del congreso, resultados que aún hoy siguen vigentes en nuestra comunidad. Porqué el primer congreso gitano de 1971 no fue una simple reunión de gitanos y gitanas, hay que recordar que el 100% de los participantes eran de origen romaní, fue el congreso donde se consensuaron y se aprobaron elementos importantísimos para los gitanos, como nuestra  bandera y nuestro himno (Gelem Gelem),  también se estableció el término “Romani” para autodefinirnos como gitanos y el Romanes como lengua común.

La bandera gitana representada por el verde de los prados que recorríamos lo gitanos en nuestra vida itinerante y el azul de los cielos que disfrutábamos en el camino, y el himno gitano que recuerda el sufrimiento de los gitanos y gitanas durante el samudaripen (genocidio gitano durante la segunda guerra mundial llevado a cabo por el ejército nazi.). También se crearon diversos grupos de trabajo para avanzar en temas más políticos y sociales.

Sólo un gitano acudió en representación de la delegación española. El Chache  y compañero del PSOE, Juan de Dios Ramírez Heredia, que describía así lo que sintió durante los días que duró el congreso mundial.

“El 8 de abril de 1971 me sentí más libre que nunca. Participé en la votación que institucionalizó nuestra bandera y entonces entendí la liberación que supone tener por techo el azul del cielo y por suelo el verde de los campos. Entonces comprendí con absoluta claridad por qué mi abuelo Agapito siempre nos deseaba salud y libertad.

El 8 de abril de 1971 vi por primera vez una balalaica. Y escuché su sonido en manos de Jarko Jovanovic. A su melodía se le unió la música suave, triste y melancólica de unos violines, y mientras de las cuerdas de la balalaica saltaban las notas enfurecidas imitando el chisporrotear de las llamas asesinas que acabaron con las vidas de tantos inocentes en los campos nazis, los violines con su dulce melodía, abrían  los ríos de lágrimas con que enjugábamos el recuerdo de tantos ancianos injustamente gaseados, de decenas de miles de niños masacrados y de centenares de miles de hombres y mujeres que, en la flor de la vida, jamás pudieron entender por qué les desnudaban antes de introducirlos en las cámaras de gas. Y así nació el Gelem, gelem”

Más de medio siglo después del congreso internacional los gitanos y gitanas seguimos reclamando elementos de justicia social y equidad, además de ser los protagonistas de las políticas que se lleven a cabo en favor de nuestra comunidad.

51 años después, y a pesar de los avances, seguimos reclamando la eliminación de cualquier forma de discriminación y sobre todo de la más fragante de las discriminaciones que sufrimos el “antigitanismo”.

51 años después “ o shib romani” ( la lengua gitana) sólo es hablada por unos pocos gitanos en nuestro país, la cultura gitana está sometida a un elemento de racismo cultural sin precedentes, los gitanos y gitanas no aparecemos en los medios de comunicación, a no ser que sea en forma negativa.

51 años después, los gitanos y gitanas de este país debemos aguantar que en la televisión pública catalana el programa bricoherois nos insulte de manera continuada o que  la Presidenta del Parlament de Catalunya decida “apropiarse” de la celebración del día internacional del pueblo gitano que la FAGIC, la federación más representativa de las asociaciones gitanas de Catalunya,  ha venido coordinando desde hace más de 15 años de manera ininterrumpida.

51 años después es necesario seguir reivindicando el pueblo gitano como un pueblo más de este país y es necesario seguir reivindicando políticas de equidad para reducir las desigualdades que padecemos, entre otras, en el acceso a la vivienda, el empleo, la educación y la salud.

Opre Roma

 

Pedro Aguilera

 

 

Varios activistas participando en la concentración celebrada en Londres 1971

 

De pie en el centro de la imagen con pañuelo rojo Juan De Dios Ramírez Heredia en el congreso de 1971

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