Carmen Andrés: «La prioridad absoluta del Gobierno de España ha sido salvar vidas y que nadie quede atrás»
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Entrevistamos a la Diputada del PSC en el Congreso de los Diputados, y también compañera militante del PSC de Nou Barris
Por Daría García
Hasta la llegada de la pandemia, ¿Qué tal la experiencia en el Congreso como diputada?
Después de muchos años en política municipal, la experiencia como diputada hasta este momento es, sobre todo, de descubrimiento y aprendizaje. No sólo de la técnica y dinámica parlamentarias, sino también de los muchos puntos de vista que confluyen en el trabajo parlamentario en un Estado plural y diverso, como es el nuestro.
¿Ha sido fácil ejercer las funciones de diputada en el Congreso durante el confinamiento?
Durante el estado de alarma el Congreso ha reducido notablemente la actividad presencial, especialmente en los períodos máxima restricción de la movilidad. La presencia se ha ido aumentando de manera progresiva, y en breve ya será la normal. Durante este período hemos mantenido de forma telemática muchas reuniones internas y todas las que han sido posibles con entidades y colectivos. Como portavoz adjunta de la Comisión de Sanidad he podido asistir desde el mes de mayo a las comparecencias semanales en comisión del Ministro Illa.
Ahora que ha acabado la Comisión de la Reconstrucción, ¿Se están tomando todas las medidas necesarias para que nadie quede atrás?
Desde que se declaró la pandemia la prioridad absoluta del Gobierno de España ha sido salvar vidas y que nadie quede atrás. En este sentido han ido todos los Decretos del Consejo de Ministros en materia sanitaria, social, laboral, económica. El Dictamen de la Comisión de Reconstrucción sigue en esta línea de trabajo emprendida hace meses.
Hay compañeros preocupados por el ambiente, a veces alterado, que se ha visto en el pleno del Congreso. ¿Complica dicho ambiente poder alcanzar acuerdos, en un momento en el que son tan necesarios?
Las actitudes de las diputadas y diputados en el hemiciclo deberían honorar siempre la representatividad que ejercen y la institución. La calidad democrática es un valor y hemos de denunciar las actitudes que la menoscaban, tanto en el hemiciclo como fuera de él. También para poder entablar diálogos que conduzcan a acuerdos políticos sobre la prioridad actual de superar la crisis sanitaria que hemos padecido, y la económica que se avecina.
Tú que has sido concejala del ayuntamiento de Barcelona durante muchos años, ¿Crees que los ayuntamientos deben usar su superávit para seguir avanzando en las medidas que están tomando?
Creo que los ayuntamientos son una pieza clave para mejorar la vida de las personas. Y creo que se les han de facilitar todas las herramientas para que puedan cumplir con su misión. En el caso de Barcelona, será muy difícil que el Ayuntamiento pueda explotar todo su potencial de acción si se le imponen límites a la disposición de los recursos propios.
¿El Govern de Quim Torra ha hecho lo suficiente para ayudar a los ayuntamientos en esta gestión del Covid19?
En mi opinión el Govern de la Generalitat sigue anclado en el anhelo de un proyecto frustrado e ignora la realidad dura del día a día de la mayoría de catalanas y catalanes. Una realidad que encuentra su expresión más cruda en el aumento de los índices de pobreza infantil, una lacra que cualquier sociedad que aspira a ser igualitaria y justa debería combatir y erradicar.
¿Seguiremos viendo esta (co)gobernanza entre administraciones como hemos ido viendo durante la pandemia?
Pues depende de la voluntad de las comunidades autónomas. El Gobierno de España manifiesta de manera reiterada que la cogobernanza es la fórmula idónea para combatir juntos la crisis. Veremos. Hoy mismo hemos podido asistir a una gran muestra de deslealtad por parte del President de la Generalitat culpabilizando a «Madrid» del rebrote en la comarca del Segrià.
Estos días hemos visto cómo aún hay quien no cumple con las medidas de seguridad en esta etapa “post Covid19”. ¿Qué más hay que hacer para que la gente que sea más responsable?
La gente ha de tomar conciencia del mensaje que nos ha dejado la pandemia: la salud es prioridad absoluta. Personal y comunitaria. Sin salud, lo demás cae. Y proteger la salud es responsabilidad de todos. No vale el «ande yo caliente…», porque esa actitud puede acabar cobrándose vidas.
¿Con lo ocurrido en las residencias de nuestros mayores, hacia qué modelo hay que avanzar? ¿Hemos tratado mal a nuestros mayores?
Las personas que viven en residencias son ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho, y merecen que las instituciones y la sociedad respeten y hagan respetar sus derechos y su ciudadanía. La pandemia ha hecho aflorar la mirada atrás que, en general, han venido haciendo las instituciones, y también la sociedad, sobre las personas que viven en residencia y los modelos residenciales. Hay que sentarse y trabajar para garantizar ciudadanía, derechos y atención asistencial adecuada.
Los datos nos dicen que en los barrios más humildes es donde más ha atacado la Covid19. ¿Qué políticas deberían aplicarse? ¿Algunas se han dejado de hacer? ¿Qué debería reforzarse para revertir esta situación en dichos barrios?
Es cierto que el factor socioeconómico influye en la salud de las personas. Hay que invertir en mejorar la calidad de vida: acceso a la vivienda, vivienda digna, acceso a los servicios, espacios públicos que permitan hacer vida comunitaria, acceso a la educación y a la cultura, hábitos de vida saludable…. Una buena fórmula fue la de las leyes de barrios, que permitían un abordaje integral de todos esos factores. La lucha contra la desigualdad es la lucha por la salud y el bienestar de cada uno y de toda la comunidad.